El
día se completó con la comedia enloquecida Banquete
de Boda (Die Bluthochzeit), de Dominique Deruddere.
Para ser sincero, de todo lo visto en este festival, esta es de la
que menos definida tengo mi opinión, no tengo muy claro si
me ha gustado o me ha parecido una tontería mayúscula.
Durante el banquete de la boda entre Mark y Sophie, unas gambas en
mal estado sirven de excusa para que el autoritario padre del novio,
acostumbrado a salirse siempre con la suya y obsesionado por comprar
el restaurante, se niegue a pagar. Pero al marcharse se olvida de
su mujer y su nuera, ocasión que aprovecha el dueño
para retenerlas como rehenes. Ante la negativa de liberarlas, y armados
con rifles, los familiares comienzan el asedio del restaurante. Está
inspirada en un novela gráfica de Van Hamme y Hermann, Lune
de Guerre, y se nota y mucho en el tono surrealista que impregna
a la historia, en los personajes caricaturescos, de actitudes excesivas
e irracionales. Todo es inconcebible para el espectador, que se consuela
riendo las gracias para olvidar lo terrible de la situación.
La demencia y la furia se imponen constantemente a la razón,
y la violencia parece encaminar la situación a la tragedia.
¿Fábula sobre los extremismos que crecen en Europa?
La falta de conciencia de los personajes asusta.